Proteger o no proteger, esa es la cuestión. La prisa y la inmediatez por tener o estar en una red social a veces nos juega malas pasadas. No leemos, no nos paramos, cuando nos dan opciones o nos hacen preguntas sobre si aceptamos o no aceptamos. Y no leemos porque nuestro único afán es darle al click, al botón, a acceder, y ya sabes que como dice el anuncio «cuando haces pop, ya no hay stop».

Afortunadamente, la ley obliga cada vez más -con nuevos requisitos- a que las plataformas, los señores feudales de internet, ese oligopolio en el que estamos todos (o casi) tengan que darte facilidades y opciones para que configures tanto las cookies como la seguridad de las redes sociales que utilices. Y aunque en la realidad no es exactamente así, porque, por ejemplo cuando tienes que configurar o restringir la famosa publicidad que vas a tener que soportar (ya sabes que no hay nada gratis y menos en internet), te amenazan con » si no configuras la personalización de los anuncios «más convenientes» para tí, te vamos a freir a anuncios de cualquier tipo», al menos, podremos optar por restringir opciones y no aceptar todo lo que nos pongan por delante.

Sabemos que ese consentimiento que estamos dando de esta forma no es legal ni legítimo, porque el consentimiento tiene que ser libre como el viento y esa forma de consentir no lo es. Pero también sabemos que usar las redes tiene muchos más riesgos de los que pensamos, no sólo para la privacidad y la intimidad de cada cual, sino que podemos comprometer la privacidad de otros, es decir, de nuestros contactos, por eso, al menos y por defecto, tendremos que ser cuidadosos con las opciones que elegimos y configurar lo más restrictivamente posible esas opciones, blindando y protegiendo nuestra zona de actuación, al menos en lo que podamos hacer nosotros por nuestra propia seguridad.

Nuestra misión es ayudarte a protegerte con la protección, por eso te traemos este enlace que nos facilita nuestra Autoridad de Control española (AEPD) desde donde podrás configurar con seguridad las diferentes redes sociales, no sólo para tí, sino también para los tuyos.

Recuerda que la seguridad la hacemos entre todos y que la privacidad y la intimidad es un derecho de cada persona, que tenemos que proteger.

Configura restrictivamente para minimizar los riesgos de andar enredando.

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